Las prácticas agrícolas y ganaderas en muchas ocasiones han deteriorado las tierras disminuyendo su fertilidad. Los daños pueden consistir en pérdida de la porosidad, pérdida de la capacidad de aireación y de acumulación de agua, contaminación debida a fuentes diversas, salinización, erosión, etc.
El asesoramiento consisten en:
1. Diagnóstico del estado de salud de los suelos estudiándolos de visu y mediante análisis físicos y químicos, y cromatografías.
2. Estudio de la gestión que se ha llevado a cabo en los años anteriores.
3. Propuesta de gestión agrícola y ganadera de las tierras.
4. Acompañamiento durante el tiempo necesario para recuperar su capacidad de producción.