Las cabañuelas de Navidad

Cada noche observar el grado de humedad de la sal

Cabañuelas, o témporas, como se llaman en el norte de España, son las predicciones basadas en observaciones que se hacen en unos días de un año y que indican cómo será el clima a lo largo del año siguiente.

Hay muchas formas diferentes de realizarlas y también momentos distintos del año en que tradicionalmente se han realizado estas predicciones. En la península ibérica las cabañuelas se suelen realizar durante el mes de agosto. Algunos días de este mes predicen el tiempo de cada mes, o quincena de mes, del año siguiente, desde enero, o en otros lugares desde el mes de septiembre siguiente en el que tradicionalmente empezaba el año agrícola.

Las cabañuelas no son globales, predicen el tiempo en una comarca concreta, la demarcación de la zona de predicción se observa con la práctica a lo largo de los años.

Los cabañuelistas observan durante los días de estudio, noche y día, durante el máximo tiempo posible, los fenómenos meteorológicos y otros fenómenos naturales, como por ejemplo la actividad de algunos animales, principalmente aves. La diversidad de fenómenos que cada cabañuelista observa es enorme y muy interesante de conocer. Haciendo cabañuelas desarrollamos nuestras propias capacidades de percepción. En biodinámica hablamos de percepción Goetheana, observando con mucho detalle cada evento y percibiendo qué descubrimos de nosotros mismos en el proceso de observar la Naturaleza, como decía Goethe «al observar los reinos de la Naturaleza algo dentro de nosotros cambia…».

Recibí las instrucciones para realizar las cabañuelas de Navidad de Xavier Florin, ingeniero agrónomo y viticultor de la Alsacia en Francia, que fue el presidente del Movimiento de agricultura biodinámica de Francia durante varias décadas, y sobre todo fue un extraordinario maestro de la observación de la Naturaleza. Durante uno de los últimos cursos que impartió en España, a principios de la década de los 2000, nos contó esta forma de hacer cabañuelas que funcionaban muy bien en su tierra.

Me gustó mucho su propuesta y, aunque siempre realicé las cabañuelas en agosto según hacía mi abuela, incorporé en mi vida las cabañuelas de Navidad y resultaron ser muy útiles en mi zona, en la sierra de Guadarrama al norte de Madrid.

Los días que se estudian empiezan a las 00 horas del día 25 de diciembre y terminan a las 24 h del día 5 de enero. Cada 24 horas describen un mes del siguiente año, el día 25, enero; el 26, febrero; y así sucesivamente. Durante estos días intento estar lo más atenta posible a todos los cambios de la atmósfera, lluvia, humedad, temperatura, aire, rocío, escarcha, temperatura mínima y máxima, y sus cambios a lo largo del día, y cualquier otro fenómeno que se pueda presentar.

Estudio de las cebollas con sal, en relación con la humedad del suelo

A este estudio los agricultores añadimos la observación de cebollas que se colocan en una ventana o porche, a la intemperie, pero que tenga una protección encima para que la lluvia no caiga directamente sobre ellas. Las cebollas partidas por la mitad se les quita el corazón y, en este hueco, se añade un puñado de sal gruesa sin antiapelmazante.

La nochebuena, el 24 de diciembre, se colocan 12 medias cebollas, cada una con su puñado de sal gruesa. Cada noche siguiente se observa en qué estado se encuentra la sal. Puede estar seca, humedecida rezumando un poco de humedad, recristalizada con la humedad en cristales más grandes, con un poco de agua sobrenadante, o incluso totalmente disuelta en bastante agua.

La cantidad de agua que haya en cada cebolla cada noche, indica la cantidad de humedad que va a haber en el suelo en cada mes. He encontrado un cabañuelista en un pueblo del norte de la Mancha, al sur de Madrid, que pone una media cebolla cada noche y la mira en 24 horas.

Xavier Florin me indicó que lo adecuado es poner todas las medias cebollas la noche del 24 ya que el resultado de la humedad que hay en el suelo en un mes es resultado de lo que haya pasado los meses anteriores.

Durante la primavera de este año 2021, después de estar más de quince años realizando estas observaciones, he constatado muy claramente que esto es así. El 8 de enero de 2021 tuvimos una gran nevada de alrededor de metro y medio en nuestra zona. En las medias cebollas de los días 26, 27 y 28 de diciembre de 2020 había tanta agua que la sal se había disuelto. Yo en principio lo interpreté como que iba a llover muchísimo en esos meses, pero aunque llovió algo, lo cierto es que la cantidad de nieve que se había acumulado, junto a algunas lluvias, inundaron los suelos de la zona hasta finales de abril como no había sucedido en años, no siendo suficientes las lluvias que cayeron en esos meses para anegar las tierras de esa manera.

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